Al
comenzar a unir aquellas malolientes pieles de conejo,
allá en 1979, para
hacer los trajes de Vikingos nadie se podía
imaginar que treinta años más tarde la comparsa
de ZERUPE entraría en la
era de la informática.
Aquí estamos, para continuar como todos estos
años divirtiendo y
divirtiéndonos. La alegría y el buen humor son la
base del Carnaval,
si a esto le añadimos unas gotas de imaginación,
un toque de música, lo
agitamos o revolvemos (da lo mismo) y lo presentamos adornado de
colores,
obtendremos un sabroso cocktail para saborear, a ser posible en buena
compañía.
Como salta a la vista nuestro fin es pasárnoslo bien y si
además conseguimos
hacer sonreír a alguien entonces ya es la leche. No se trata
de concursar, ni
de ir mejor o peor, sino conseguir que todos disfrutemos.
Para ello ZERUPE dispone de un gran equipo
técnico cualificado dedicado
a desarrollar una infraestructura puntera en el diseño de
los disfraces,
efectos especiales y attrezzo. (Desde aquí un emocionado
agradecimiento a los
inventores de la "brida" y la "pistola térmica de
pegamento", se acabó el coser -en parte- y la
tornillería).
Un fuerte aplauso a todos esos Donostiarras
que por unos días
aparcan todas las "crisis" y se convierten en cualquier otra persona,
personaje, animal o cosa, imaginable o no. No podemos olvidarnos de las
comparsas que participan en el desfile, que tras largas jornadas de
ensayos,
resisten estoicamente la dura climatología invernal.
Y como no solidarizarnos con esos profesionales de la
hostelería que
parapetados detrás del mostrador y barriles de cerveza
han resistido
nuestros embates.
A lo largo de esta página podréis
conocernos mejor y participar
en el libro de visitas con
vuestras consultas u opiniones, que
serán analizadas por nuestro equipo de psicólogos
para darles merecida
respuesta.
Los tambores ya suenan lejanos, las calles ya no huelen a talo y
chistorra y
los caldereros han vuelto a Hungría, preparad vuestros
disfraces y a la calle a continuar el Carnaval.
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